Uno puede admitir que conoce a alguien o ha oído hablar de alguien que estaba deprimido o incluso suicidó. Debido a esto, se vuelven reacios a cuidarse a sí mismos.
En general, esto se debe a que son muy culpables de quiénes eran, así como su forma de estar en el mundo. Esto lleva a muchos a creer que no valen mucho o, a veces, nada.
Todos ellos tienen (y nosotros a veces) sus razones particulares para creer sus propios fracasos, sus propios “sacrificios impropios” o sus propios actos de malevolencia individual.
Pero, curiosamente, se resumen de una manera metafórica encantadora, y de una manera metafórica horrible, en las antiguas historias bíblicas.
Esas historias nos explican por qué nuestras conciencias no se sientan bien con nosotros y por qué siempre sentimos que hay algo sin hacer o sin terminar que deberíamos lograr en el mundo.
Este es un camino mucho mejor que tomar en lugar de degenerar en un nihilismo desesperado o una catástrofe.
Por esta razón, es importante tratarnos como alguien quien somos responsables de ayudar.
La primera pregunta que surge es, “¿por qué no nos tratamos como alguien a quien vale la pena ayudar?”
La respuesta que usamos para justificar eso puede sonar algo así como “bueno, hay muchas cosas mal conmigo”. Y es difícil intentar ejercer suficiente cuidado y amor, de una manera no ingenua y profunda, para cuidar adecuadamente de algo como nosotros.
Sin embargo, lo hacemos por aquellos que amamos, independientemente de sus imperfecciones e insuficiencias.
Y luego está la idea de que todos somos igualmente valiosos y tenemos una chispa de lo divino dentro de nosotros. (Hablo de la soberania individaul aqui).
Y es posible que el hecho de que tengamos esa chispa de divinidad dentro de nosotros también sugiera que tengamos la capacidad de resistir nuestras vulnerabilidades.
Aceptando voluntariamente la brutalidad de la tragedia del ser, podemos optar voluntariamente por restringir la propensión a la malevolencia que tristemente es parte de usted y del mundo.
En eso, podemos descubrir nuestro propio valor. Nuestro propio valor intrínseco y nobleza. Incluso se puede decir que todo eso es más poderoso que esas fuerzas de malevolencia y vulnerabilidades. Ese es en cierto sentido el aspecto fundamental de la fe.
Por eso es tan importante asegurarnos de rodearnos de personas que quieren lo mejor con nosotros.
Es un gran estímulo y beneficio, asumir y representar la propuesta, que incluso si la vida es tan difícil como parece, y somos vulnerables y débiles de una manera fundamental (como obviamente lo somos), todavía hay algo dentro de nosotros que es tan notable y tan alineado con el orden y estar de la manera adecuada, que podríamos escalar por encima de esas cosas, y como Abel, hacer los sacrificios adecuados, y que podemos enderezarnos y enderezar a nuestra familia , y podemos arreglar el mundo.
Esta mera posibilidad que podría ocurrir y que esta dentro del ámbito del potencial, significa que tenemos la obligación moral de ejercer la responsabilidad de cuidarnos como si fuéramos algo importante.
Si hacemos esto correctamente, puede resultar que lo que hacemos importa. Que podría ser importante para usted, que sería significativo de una manera que las cosas que importan son significativas. Y eso sería importante para todos los que te rodean.
